martes, 2 de agosto de 2011

El senador Osvaldo López está pensando en adoptar un bebé

El 10 de octubre pasado celebró su matrimonio con Javier Calisaya. Ahora dijo que deberán adaptarse porque la vida de militante y funcionario deja poco tiempo para la crianza.

Un defensor de los derechos gays, que lleva la lucha “por la igualdad” como bandera, se convirtió en el primer senador homosexual casado en Argentina, el primer país de Latinoamérica en habilitar por ley el matrimonio entre personas del mismo sexo. El abogado Osvaldo López, de 39 años, no descarta incluso adoptar un bebé, tal como lo habilita la ley, aunque reconoce que para eso deberán “adaptar” su vida a la paternidad, ya que “a veces la condición de militante y funcionario no permite dar el tiempo que necesita un hijo”.


López cumple sus primeras horas como senador nacional rodeado de papeles y proyectos que planea impulsar, entre los que figura un nuevo régimen de servicios financieros y la posibilidad de que travestis y transexuales puedan cambiar el nombre con el que fueron inscritos en su documento de identidad, explicó a Efe el legislador.
López, de la agrupación de centroizquierda Nuevo Encuentro, representa a la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina, donde en diciembre de 2009 se concretó el primer enlace entre personas del mismo sexo gracias a un decreto gubernamental que permitió a Alex Freyre y José María Di Bello contraer matrimonio.
Unos meses después, en julio del año pasado, el Parlamento argentino aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo como corolario de un fuerte debate que enfrentó el rechazo de la Iglesia y de sectores políticos conservadores.
“Esta ley le dio institucionalidad a una realidad que viene de tiempos inmemoriales. Es un reconocimiento público que permite cerrar un circuito con horizontes de igualdad”, opina el legislador, que asumió esta semana su banca a raíz del reciente fallecimiento en un accidente de tránsito de José Martínez.
López se casó el 10 de octubre pasado con su pareja, Javier Calisaya, en Tierra del Fuego, en lo que constituyó el primer caso de un funcionario de la provincia en casarse con una persona del mismo sexo, tras la sanción de la ley.
Ambos se conocieron por su militancia en la patagónica Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, y conviven desde 2005. Y piensan en la posibilidad de adoptar.
El de López fue uno de los cerca de 3000 casamientos homosexuales que se celebraron en el primer año desde la aprobación de la norma, pese a que jueces de algunos registros civiles del país se resistieron a cumplir con la ceremonia.
“Si uno tiene que ser condenado o acusado es por lo que haga en la vida pública y no en el ámbito privado”, declaró.
“Yo nunca anduve con un cartel en la frente, pero tampoco permití que me discriminaran. Si uno vacila, se debilita y abre paso a que quienes quieran hacer daño puedan hacerlo”, sostiene este político que milita desde los 16 años.
En realidad, su militancia comenzó en el centro estudiantil de la escuela a la que asistía en Malabrigo, un pequeño poblado de la provincia de Santa Fe en el que nació. “Después de recibirme de abogado en la Universidad Nacional del Litoral me mudé a Tierra del Fuego, donde comencé a ejercer como abogado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)”, la segunda central sindical del país, recuerda. “Allí, trabajaba por derechos sociales, de vivienda y laborales, para lograr una mayor equidad, igualdad y libertad”, explica el legislador.
En 2005, López comenzó a militar en Afirmación por una República de Iguales (ARI) para luego pasar a las filas de Nuevo Encuentro.
Su militancia hizo que en 2007 asumiera como legislador de Tierra del Fuego, cargo que ejerció hasta este miércoles, cuando marcó un hito en el Parlamento al asumir como el primer senador gay casado del país, cuya Constitución reconoce el carácter preeminente de la religión católica.
En la Argentina hay unos 2,4 millones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, el equivalente al 6% de la población (40 millones de habitantes), lo que supone que el 1% de los miembros de la comunidad homosexual ha contraído matrimonio amparado en la nueva normativa, según datos de entidades del colectivo del sector. <

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