Decenas de miles de personas tomaron las calles de Copacabana en la 15º edición del evento. Exigieron que se sancione una ley contra la homofobia.
La realización del décimo quinto desfile del Orgullo Gay en Río de Janeiro no se vio afectada por el frío y la llovizna (poco habituales para el clima local) y convocó a decenas de miles de personas este domingo, según informa la agencia EFE.
La multitud, encabezada por trece enormes camiones con sus respectivos equipos de sonido, comenzó su andar por las playas de Copacabana. Según la crónica, “personajes salidos del mundo de la película Avatar se mezclaron en el desfile con soldados romanos, indios, presidiarios, vampiresas y todo tipo de fantasías eróticas ante la mirada de miles de curiosos que sumaron a la fiesta en un auténtico carnaval”.
El otro dato colorido de la jornada lo aportó la que presume de ser la bandera con los colores del arco iris más grande del mundo, de 10 metros de ancho por 120 de largo.
Ley contra la homofobia
Según un comunicado emitido por el Grupo Arco Iris de Ciudadanía LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), plataforma organizadora del evento, un homosexual es asesinado cada dos días en Brasil por motivos homófobos. Por ello, el reclamo de este año fue para que se sancione definitivamente una ley contra la homofobia que está en trámite en el parlamento.
Esa iniciativa, sin embargo, encuentra resistencia entre el partido de José Serra (PSDB, Partido de la Social Democracia Brasileña) y el de Marina Silva, del Partido Verde, y con gran influencia de los evangélicos.
El primer Desfile del Orgullo Gay en Brasil tuvo lugar en 1995, cuando cerca de 3.000 personas se reunieron en la playa de Copacabana durante la clausura de la versión 17 de la Conferencia Internacional LGBT, celebrada en Río de Janeiro.
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