jueves, 24 de mayo de 2012

Legislatura porteña distingue a la película “Mia”

La historia aborda el derecho a la felicidad y a poder formar parte de la comunidad a quienes han elegido una forma diferente de la moralmente aceptada por la sociedad y nos permite repasar el tema de la discriminación, la intolerancia, la marginación y la exclusión social, pero también el de la infinita capacidad de amor que tiene el ser humano.

En la última sesión de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se aprobó por unanimidad el proyecto del diputado de la Coalición Cívica ARI, Maximiliano Ferraro de declarar de interés para la promoción y defensa de los derechos humanos a la película Mía, del director argentino Javier Van de Couter.

Luego de la votación, Ferraro expresó que “es importante reconocer a aquellos artistas que no son muy visibles ante la opinión pública, pero que desde sus distintas disciplinas hacen un valioso aporte al quehacer cultural y es lo que la Legislatura debe proteger y promover. Mia es una de las películas pionera en tratar la problemática travesti/transexual desde la ficción en nuestro país” expresó.

Javier Van de Couter y el elenco de Mia



La propuesta narrativa de la película refleja y hace refractar una problemática de un colectivo que actualmente está en lucha por un derecho humano básico como es el reconocimiento y pleno ejercicio de la identidad.
Mía imagina una historia en la Aldea Rosa, un asentamiento ubicado entre la Ciudad Universitaria y el Río de la Plata, que surgió a mediados de la década del 90 como respuesta a las declaraciones del entonces arzobispo de Buenos Aires, Antonio Quarracino, en torno a la idea de construir un ghetto que albergara a gays, lesbianas y transexuales.
Javier escribió la historia en el 2008. Oriundo de Carmen de Patagones fue a estudiar a Buenos Aires y se enteró de la existencia de la Aldea Rosa. El guión ganó un premio en el Festival de Cine de La Habana (Cuba) y así logró realizar la película y rescatar la memoria de la aldea gay a través de una ficción.
Van de Couter no viene del cine, es actor de teatro y guionista, el cine le fue llegando de a poco a través de experiencias de filmar cortos con amigos, y al ganar el premio en Cuba se animó y salió su ópera prima.
El rodaje, en el 2010, duró seis semanas, con intensas jornadas de trabajo de 12 horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario