jueves, 24 de mayo de 2012

Homofóbicos en el clóset


De acuerdo a un estudio, la homofobia sería más frecuente entre los hombres que reprimen sus propias atracciones por el mismo sexo y que crecieron en un hogar autoritario.


Recientemente, más de 90 países en todo el mundo se han sumando a las actividades anuales del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia (IDAHO, por sus siglas en inglés). Se trata, sin dudas, de una iniciativa de suma importancia para nuestra comunidad, en tanto establece en los calendarios oficiales una fecha emblemática, para concientizar a todas las personas acerca de la necesidad de desterrar el miedo, la hostilidad y la discriminación relacionados con las identidades y sexualidades diferentes.
Pero a estas alturas, cuando muchos Estados están adecuando sus legislaciones para una mejor integración de nuestra comunidad, también cabe preguntarse de dónde carajo surge ese odio extremo hacia gays, lesbianas o trans que todavía hoy experimentan muchas personas, en cualquier lugar del mundo, y que no pocas veces deriva en agresiones fatales.
En el tema de los odios irracionales, suele pensarse que su origen radica en diferencias irreconciliables entre el agresor y la víctima. Estas diferencias suelen ser inexplicables, en tanto son manifestadas por reacciones más viscerales que razonadas. Sin embargo,un reciente estudio postula la hipótesis de que, en realidad, el agresor homofóbico no es muy diferente de la víctima gay, en tanto la homofobia sería más frecuente entre los hombres que reprimen sus propias atracciones por el mismo sexo. Lo cual vendría a confirmar un viejo supuesto popular: “los homofóbicos son gays reprimidos”.
El estudio en cuestión, que fue publicado a principios del pasado mes de abril por la revista Journal of Personality and Social Psychology,  fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Rochester y la Universidad de California, en Estados Unidos, y la Universidad de Essex, en Inglaterra.
El estudio analiza también el rol de los padres en la asimilación de la orientación sexual. Las conclusiones indican que los hombres que tienen padres más tolerantes están más cerca de su orientación sexual real, mientras que aquellos que provienen de hogares autoritarios manifiestan mayor conflicto entre sus deseos auténticos y la orientación sexual que más tarde expresan socialmente.
Los experimentos se desarrollaron tanto en Estados Unidos como en Alemania, monitoreando las reacciones de 160 estudiantes universitarios varones. A través de imágenes subliminales se estableció el tiempo de respuesta de los sujetos para averiguar su orientación sexual. Luego, esta información se cruzó con unos cuestionarios en los que se medía la homofobia del sujeto y la de sus progenitores.
Estos resultados proporcionan nueva evidencia empírica que apoya la teoría psicoanalítica de que el miedo, la ansiedad, y la aversión que algunos hombres aparentemente heterosexuales desarrollan hacia gays, lesbianas y trans pueden surgir de sus propios deseos reprimidos por el mismo sexo.

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